ECOSOC debate la automatización y la digitalización y su impacto en mujeres y jóvenes

En un entorno en constante cambio, donde la tecnología adquiere creciente importancia, el desafío de garantizar un futuro sostenible e inclusivo, que no deje a nadie atrás, fue el tema central de las discusiones durante la reunión especial del Consejo Económico y Social (ECOSOC), mantenida el 23 y 24 de enero de 2024 en la Sede de CEPAL en Santiago de Chile, Chile. Bajo el lema: “El futuro del trabajo: hacia una sociedad global, productiva, inclusiva y sostenible”, los participantes, incluyendo representantes gubernamentales, organizaciones internacionales y académicos, compartieron sus puntos de vista sobre tecnología y los desafíos actuales.

Esta reunión sirvió como plataforma para el intercambio de ideas y la generación de recomendaciones políticas, en línea con el espíritu de la “Declaración política del foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible” de la Asamblea General. Las preocupaciones giraron en torno a las vías futuras ante una transformación rápida y sin precedentes del mercado laboral, impulsada por avances tecnológicos, nuevos modelos de producción y cambios demográficos, elementos que configuran el escenario actual.

Aunque estas tendencias globales han beneficiado a ciertos sectores, también han impactado negativamente a los más vulnerables. Un claro ejemplo son la automatización y la digitalización, que presentan riesgos como desempleo, migración, envejecimiento de la población económicamente activa y la creciente necesidad de trabajos de cuidado.

Los panelistas subrayaron que, aunque la revolución tecnológica trae consigo expectativas e incertidumbres sobre el futuro laboral, es crucial asegurar la aplicación del concepto de trabajo decente, integrándolo con la educación y la protección social. Jesús Etcheverry, del Ministerio de Ciencia de Chile, comentó sobre el significativo impacto tecnológico y la marcada brecha digital, especialmente en términos de acceso y habilidades digitales entre mujeres y hombres, y entre poblaciones con bajo nivel de digitalización, como las rurales o las más desfavorecidas, introduciendo así una perspectiva de género en la discusión.

Los participantes destacaron la brecha de género, resaltando la necesidad en América Latina de avanzar hacia una educación y capacitación en tecnologías emergentes para mujeres, mediante la promoción de carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas y de mayor formalidad laboral femenina mediante políticas específicas. ONU Mujeres destacó la importancia de la participación del sector privado en reducir la desigualdad de género.

Finalmente, no se puede hablar de futuro sin un enfoque a la juventud, pues este les pertenece. Existen grandes desafíos como la elevada tasa de desempleo juvenil, superior a la de los adultos, como lo mencionó Felipe Paullier, Subsecretario General para Asuntos de la Juventud de las Naciones Unidas. Es crucial invertir en los jóvenes para dotarlos de habilidades adaptativas al futuro laboral, lo que requiere una transformación y adaptación del sistema educativo. Otro desafío emergente es la salud mental de los jóvenes, un aspecto vital que debe ser abordado a través de políticas enfocadas en niñas, niños y adolescentes.

Puede ver la reunión completa aquí 

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