Para dar inicio al ciclo de entrevistas del IAI, hablamos con la Dra. Diaz, de quien estamos orgullosos de tener como investigadora principal de un proyecto bajo el programa de Pequeños Subsidios del IAI sobre el papel de los servicios ecosistémicos para el bienestar humano. Su arduo trabajo y su pasión por la investigación y su visibilidad en el campo de la biodiversidad inspiran a muchas personas en todo el mundo, especialmente a los primeros investigadores de carrera.
La Dra. Sandra Myrna Díaz es una bióloga argentina, investiga la ecología vegetal, la diversidad biológica y el impacto del cambio ambiental global en los ecosistemas. Ha sido nombrada por Nature como una de los mejores cinco científicos del mundo a “observar en el 2019” por su importante papel en la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas. (IPBES). Hemos estado observando el trabajo de la Dra. Diaz durante muchos años, incluyendo su proyecto CRN2025 que desarrolló un marco interdisciplinario para investigar los cambios en el uso de la tierra y sus impactos en los ecosistemas, la diversidad biológica y los medios de subsistencia.
Según Clarivate Analytics, que recoge referencias de publicaciones científicas, se encuentra dentro del 1% de los científicos más citados y referidos en su área de estudios. La Dra. Díaz está entre los investigadores de 50 países que prepararon la Evaluación Global del IPBES, el primer informe intergubernamental a gran escala sobre la diversidad biológica global y su importancia para las sociedades, que será publicado en luego de su aprobación en la próxima sesión plenaria del IPBES, que se celebrará en Paris, Francia entre el 29 de abril y el 4 de mayo de 2019.
El 8 de marzo es el día internacional de la mujer designado por la ONU. Según la encuesta realizada por la Asociación Inter Academy (IAP, 2016), sólo el 17% de los miembros de las academias científicas nacionales en América Latina y El Caribe, son mujeres. Esta subrepresentación de las mujeres en la ciencia puede convertirse en un ciclo de autoperpetuación, porque las niñas no tendrán suficientes modelos femeninos en el campo. Se descubrió que una mayor diversidad de género en la investigación científica condujo a que las alumnas aumenten significativamente el interés y el sentido de pertenencia a la ciencia (Cheryan et al. 2015). ¿Ha enfrentado algún reto como investigadora por el hecho de ser mujer?
La verdad es que no. Me enfrenté a muchos desafíos, pero creo que no estaban directamente relacionados con el hecho de ser mujer. Tal vez porque no fui criada para pedir disculpas o permiso por ser una mujer en la ciencia. Siempre trabajé muy duro y las cosas nunca me llegaron fácilmente, pero al final fui logrando mis objetivos. A veces me han hecho comentarios tales como que mi forma de pensar era “sorprendentemente original para una mujer”. Supongo que lo decían con buena intención, pero esto me hizo pensar que a pesar de que las mujeres siempre han tenido una presencia importante en la ciencia, esta presencia ha sido (o se ha percibido como) mucho menos prominente en la producción de conocimiento original, de vanguardia.
¿Podría contarnos sus comienzos como científica? ¿Qué le hizo interesarse en la investigación?
Recuerdo que quería investigar biología desde muy pequeña, aunque no estaba segura en qué campo específicamente. Tenía gran pasión por la naturaleza, lo cual no era muy común, incluso un poco extraño, en una época y un sitio en el que el ambiente y la ecología no eran temas socialmente prominentes.
¿Qué le diría a las jóvenes que desean ser científicas?
Que se jueguen por lo que piensan, que vayan más allá y sean originales, más que seguidoras o ejecutoras de ideas de otros.
¿Qué desea logar con su investigación en términos de igualdad de género?
Espero con ansias el día en que en las entrevistas se me pregunte por mi ciencia, porque la igualdad de género haya dejado de ser un problema.
¿Cuál es su meta para el 2019?
En 2019 mi principal tarea es completar y entregar la Evaluación Global de IPBES, que nos ha mantenido, a mí y a alrededor de otras 150 personas, bastante ocupados durante gran parte de los últimos 3 años. Hemos intentado hacer algo novedoso sobre cómo la naturaleza se las está arreglando, por qué sucedió esto y qué se puede hacer al respecto, desde una perspectiva que esperamos sea más interdisciplinaria que nunca en este tipo de evaluaciones a gran escala. Estoy muy entusiasmada con esto.
¿Cuál es el pedacito de la ciencia de su campo que cada uno debe saber?
No importa si vives en el piso 50 de un edificio de gran altura en medio de una gran ciudad, lo mismo estás inextricablemente enredado con la gran trama de la vida sobre la Tierra.