1) Efectos de una tormenta tropical sobre una plantación de café (foto de Eddie García, 2005).
2) ¿Estrategia efectiva? venta directa con valor agregado en Jitolol, México (foto de Helda Morales, 2006).
3) Caficultor utilizando una estación meteorológica 4) Capacitación de encuestadores en Barberena, Guatemala (foto de Axel Arana, 2007)
Esta investigación continuó en el SGP-CRA 2060 con el mismo título
Los productores de café de Guatemala, Honduras, México y Costa Rica vienen sufriendo eventos de tiempo inusualmente extremos, alta incidencia de plagas y enfermedades, así como la volatilidad de los precios desde 1997. Este proyecto analiza cómo responden los productores a estas amenazas, con el fin de elaborar estrategias y herramientas para los caficultores vulnerables que enfrentan los efectos del cambio global.
Objetivos
Identificar los impactos de la variabilidad económica y climática en los medios de vida y las redes sociales de los caficultores
Evaluar la efectividad de las estrategias individuales y grupales para enfrentar los problemas
Analizar los programas comunitarios gubernamentales y no gubernamentales
Ayudar a la comunicación entre comunidades y agencias gubernamentales locales y nacionales con el fin de revisar las políticas
Primeros resultados
Aun los cambios climáticos menores pueden sacar los cultivos de café de su rango ecológico y económico óptimo, particularmente en áreas donde las condiciones ya son marginales (por ejemplo, suelos excesivamente secos o completamente inundados). Aun así, los productores perciben las amenazas del mercado como una amenaza mayor que la variabilidad climática. Muchos productores de los sitios de estudio continúan cultivando café aunque sea riesgoso, porque las alternativas lo son aún más.
Para reducir los impactos de los eventos climáticos negativos, los productores utilizan una serie de estrategias: algunos plantan cultivos alternativos, otros diversifican las fuentes de ingreso y un cuarto de ellos (valores para Honduras) migra, a menudo con difíciles consecuencias sociales y legales.
Los factores que ayudan a los productores a adaptarse al cambio global son (1) un mejor acceso a la información acerca de las fluctuaciones en el mercado y el clima; (2) un mejor acceso a seguros y créditos; y (3) una mayor capacidad para organizarse en grupos locales y mantenerlos (por ejemplo, cooperativas).
La tala de los árboles de sombra para preparar el suelo para otros cultivos puede llevar a mayores riesgos de erosión, degradación del suelo y pérdida de biodiversidad. La deforestación también afecta el balance de carbono, ya que reduce la cantidad de sumideros de carbono.
Cuando el paisaje es dominado por bosques secundarios, los objetivos de conservación deberían incorporar transiciones sustentables entre los bosques y la agricultura.
Resulta más sencillo para la política responder a los impulsores de mediano plazo como la emergencia de nuevas plagas o nuevas oportunidades del mercado que dan tiempo para desarrollar arreglos institucionales. Los procesos muy lentos como la disminución de la fertilidad del suelo o el cambio climático son muy difíciles de percibir y a mendo suelen quedar fuera de la agenda política pese a sus impactos importantes y duraderos.
Los estudios de caso del proyecto sugieren que las políticas deben ajustarse a los contextos y percepciones locales, y es probable que ninguna propuesta política por sí sola abarque el rango de experiencias y condiciones de la región.
Edwin Castellanos – ecastell@uvg.edu.gt
Universidad del Valle de Guatemala
Rafael Díaz Porras, Gerardo Jiménez (Universidad Nacional de Costa Rica, Costa Rica), Francisco Anzueto (ANACAFE, Asociación Nacional del Café), Guatemala), Sandra de Urioste-Stone (Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala), Catherine Tucker (Indiana University, EE.UU.), Gustavo Cruz (INIFAP, México), Hallie Eakin (School of Sustainability, Arizona State University, EE.UU.), Helda Morales, Juan Francisco Barrera (El Colegio de la Frontera Sur, México).
Actualizado en 3/2010