La Dra. Andrea Celeste Saulo es la Vicepresidenta Segunda de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Directora del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, Profesora de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina. La participación de la Dra. Saulo en actividades regionales e internacionales es extensa, especialmente en el desarrollo de capacidades de los jóvenes científicos de la región. Es investigadora del proyecto IAI CRN3035 que compiló una base de datos meteorológicos de calidad controlada para desarrollar productos de información climática para usuarios del Sur de América del Sur.
Aumentar la conciencia de la gente sobre los problemas climáticos es más crucial que nunca, especialmente con los nuevos registros de temperatura y de otros eventos climáticos extremos observados recientemente. Todos los años, el 23 de marzo, la OMM celebra el Día Mundial de la Meteorología para conmemorar el día del establecimiento de la Organización Meteorológica Mundial en 1950. Los países miembros de todo el mundo participan en actividades para llamar la atención sobre la meteorología y los problemas asociados. El tema de este año, "El sol, la tierra y el clima" enfatiza los impactos del sol en la tierra, el clima y nuestro bienestar.
1. ¿Puedes recordar el momento en que decidiste ser científica?
Es difícil determinar un momento. Diría que fue un proceso. Comencé mi doctorado y todo fue fluyendo, haciendo mi investigación y conversando con mi tutora. Estaba trabajando en mi tesis y me di cuenta que me estaba convirtiendo en una científica, desarrollando un pensamiento crítico, siendo curiosa, buscando nuevas preguntas y encontrando nuevas respuestas…
2. ¿Cuáles son algunos de tus descubrimientos que quieres contar (que no hayan sido ampliamente cubiertos ya por los medios)?
Uno de los temas de investigación que disfruté más es el relacionado con la corriente en chorro en capas bajas de la atmósfera en Sud América (SALLJ) y su rol en la organización de convección profunda en su región de salida, generando fuertes eventos de precipitación sobre el centro de Argentina. Probablemente, la razón por la que disfruté tanto de este tema es que cubría diferentes perspectivas: la observacional, la participación en el SALLJEX (South America Low-level Jet field Experiment), el desarrollo de análisis de sets de datos únicos para luego llevar a cabo experimentos de modelado, la prueba de diferentes hipótesis para entender mejor los mecanismos subyacentes. A través de este trabajo, junto con otros varios colegas, fuimos capaces de construir un modelo conceptual sobre cómo estas corrientes en chorro interactúan con la convección organizada, lo que contribuyó a mejorar nuestros pronósticos meteorológicos. Además, comencé esta investigación como estudiante posdoctoral en Brasil y lo terminé supervisando una tesis de doctorado en la Universidad de Buenos Aires, así es que también sentí un crecimiento personal mientras hacía esta investigación.
3. El tema de este año para el Día Mundial de la Meteorología es “El Sol, la Tierra y el Clima”, ¿Por qué piensas que es importante saber más sobre el sol en el Día de la Meteorología?
Aunque hemos reconocido la importancia clave del sol en términos de su influencia sobre la circulación atmosférica desde las primeras etapas en nuestra disciplina, es increíble cuánto hemos aprendido en la última década sobre el rol de la actividad solar y sus ciclos en la modulación del clima en diferentes escalas de tiempo. Ahora, nuevos satélites mejorarán nuestro conocimiento sobre lo que llamamos "meteorología del espacio", que se relaciona con lo que pasa en el espacio exterior (rayos cósmicos y otros fenómenos) y la actividad solar. Así que es claro que nuestra ciencia tiene aún un montón de cosas que entender relacionadas con el sol, la variabilidad solar, y su interacción con otros fenómenos de la atmósfera superior.
4.La OMM observa el clima alrededor del mundo. ¿Qué aspecto del cambio climático te preocupa más?
El aumento en la ocurrencia de eventos extremos es lo que más me preocupa. El hecho de que nuestras sociedades estén expuestas a fenómenos que nunca antes experimentaron y para los cuales no están preparadas, particularmente aquellas más vulnerables.
Por otra parte, me preocupa que a pesar de todos los esfuerzos realizados por la comunidad científica a través del IPCC y sus informes, no hay evidencia clara de disminución de gases de efecto invernadero. Así que es difícil ser optimista, y pienso que necesitamos reforzar nuestro compromiso de trabajar duro en este tema.
5. ¿Cuál es la acción más urgente que necesitamos tomar para prevenir que la temperatura siga aumentando?
Como mencioné antes, necesitamos esforzarnos más para lograr disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Ese logro no se alcanzará a través de esfuerzos aislados de un sector en particular, sino que necesitamos científicos sociales y naturales trabajando conjuntamente con la sociedad civil y los tomadores de decisiones para transmitir un mensaje claro y asumir responsabilidades.
6. ¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?
Me gusta leer y escuchar música. Pero tengo que reconocer que paso la mayor parte de mi tiempo trabajando porque realmente me apasiona lo que hago. A veces simplemente no hago nada, solo pienso sobre cómo puedo hacer algo nuevo para mejorar nuestro servicio. Soy una soñadora y una luchadora…
7. ¿Cuál sería un pedacito de la ciencia que piensas que todos deberían saber?
¿Un pedacito de la ciencia? Es difícil contestar eso. Más que nada diría que me encantaría que todos pudiesen cultivar un pensamiento crítico, ese que comúnmente asociamos a los científicos. Para mí, es la clave para avanzar.
8. Como investigadora de un proyecto del IAI, ¿piensas que el IAI es una organización intergubernamental clave en las Américas?
Definitivamente lo es. El IAI comenzó con una visión clara de aumentar la investigación interdisciplinaria. Nos tomó algo de tiempo (hablando desde las ciencias naturales) entender y realmente llevar a cabo este tipo de investigación. Pero el IAI nos ayudó a traspasar esa barrera, a pensar, trabajar y coproducir conocimiento. El IAI fue innovador en este sentido, a la vez que nos impulsó también a cruzar barreras geográficas, fomentando colaboraciones que fortalecieron la comunidad de investigación interamericana. En ambos sentidos, visualizo al IAI como un socio estratégico de la OMM, que ahora comenzará una nueva era en términos de impulsar el concepto de la “ciencia para los servicios”. Necesitamos atraer científicos para trabajar en colaboración con los servicios meteorológicos si queremos que las Américas estén preparadas para enfrentar los enormes desafíos asociados con la reducción de riesgo de desastres y la agenda 2030 para el desarrollo sostenible.